domingo, 15 de mayo de 2011

Los Rohirrim

Rohirrim es el nombre que le daban en Gondor a los Señores de los Caballos, los hombres de Rohan. Es un término sindarin, compuesto por la palabras roch + hîr, "señor", "amo", de la raíz ROCH, que significa "caballo" y la palabra rim que significa "hueste", "pueblo"; derivado de la raíz RIM. Ellos mismos se denominaban eorlingas: "los hombres de La Casa de Eorl", ya que descendían de Eorl el Joven (2485-2545). Su nombre en singular era rohir.
Son lejanos parientes del pueblo de Hador que no cruzaron las Montañas Nubladas. Por lo que sus características físicas eran similares: la gran mayoría eran, altos y de gran fortaleza física, de pelo rubio y ojos azules. Por estas características los dunlendinos los llamaban Forgoil, Cabezas de Paja.
Los rohirrim son descendientes directos de los éothéod, aquellos hombres del norte que habitaron, primero en los Valles del Anduin, entre La Carroca y los Campos Gladios y luego en los Altos Valles del Anduin en los siglos XIX y XXV de la Tercera Edad del Sol. En virtud de la ayuda dada al reino de Gondor tras la Batalla de los Campos de Celebrant, el Senescal Cirion les otorgó la tierra de Calenardhon, para que habitaran en ella, conformando el Reino de Rohan.
Este pueblo participó en muchas batallas de finales de la Tercera Edad, pero principalmente en la Guerra del Anillo. Las más recordadas fueron, la Batalla de Cuernavilla y la Batalla de los Campos del Pelennor, en donde se enfrentaron a las fuerzas de Saruman y Sauron, respectivamente.

Uruk-Hai

Los Uruk-hai tuvieron un papel primordial en los ejércitos del mal durante la Guerra del Anillo. Los primeros ataques de los Uruk-hai en la guerra contra el reino de Rohan se dieron, junto a dunlendinos y trasgos de las montañas, contra las cercanas granjas y poblados de la zona.
Sin embargo, su primera gran aparición militar fue en los vados del Isen, donde derrotaron al ejército de Rohirrim y dieron muerte a Théodred, el hijo de Théoden. Más tarde una pequeña hueste de Uruk-hai liderada por Uglúk (o Lurtz en la trilogía cinematográfica) atacó a la Comunidad del Anillo en la colina de Amon Hen, donde capturaron a los hobbits Merry y Pippin y dieron muerte a Boromir de Gondor. Sin embargo, esta pequeña hueste fue aniquilada en las lindes de Fangorn por los Rohirrim al mando de Éomer. En esta ocasión los uruks llevaban un equipo más ligero, tal vez para movilizarze con más agilidad por el bosque de Amon-Hen o para recorrer con más rapidez los kilometros que separaban Isengard y Amon-Hen, sustituyendo sus armaduras de placas por otras más ligeras de pieles y cuero.
Tiempo más tarde, Saruman lanzó su ataque sobre el Abismo de Helm pero el ataque fracasó y ningún Uruk que fue enviado regresó con vida.
En la guerra contra Gondor, los Uruks participaron en todas las batallas contra sus odiados enemigos: en Osgiliath, el sitio de Gondor, los campos de Pelennor... Incluyendo el motín de los orcos en Cirith Ungol por la posesión de la cota de malla de mithril de Frodo, que acabó con la victoria de Shagrat (capitán Uruk-hai de Cirith Ungol) y sus soldados.
También formaron parte de la gran hueste que fue enviada a la Puerta Negra para repeler al rey Elessar y sus huestes, la batalla acabó en tragedia y los escasos Uruk-hai supervivientes se reagruparon y se escondieron junto con otros en las laderas de las cercanas montañas de Mordor, donde jamás volvieron a ser vistos y tampoco supusieron ningún peligro a los pueblos libres de los hombres.

Los Orcos

ORCOS

En la Primera Edad de las Estrellas, Melkor cometió su mayor blasfemia en lo más profundo de los pozos de Utumno. Capturó a miembros de la recién surgida raza de los elfos, los llevó a sus mazmorras, y con horribles actos de tortura crió una nueva raza esclava: los orcos (yrch), seres creados con formas desfiguradas por el dolor y el odio.

La única alegría de estas criaturas era el sufrimiento de los demás, porque la sangre que corría por los orcos era negra y fría. Su forma achaparrada era horrible: encorvados, con las piernas zambas y rechonchos. Tenían los brazos largos y fuertes y una piel muy oscura. Poseían una gran boca con colmillos irregulares de color amarillento, lengua roja y gruesa, nariz y rostro chatos y los ojos eran rajas carmesíes.

Estos orcos eran grandes guerreros caníbales y a menudo sus garras afiladas y sus colmillos babeantes se veían manchados con la amarga carne y la impura sangre negra de los de su propia raza. Poseían ojos con visión nocturna y habitaban en pozos y túneles.

Al final de la Primera Edad de las Estrellas ocurrió la Guerra de los Poderes, en la que los Valar fueron a Utumno, ataron a Melkor con una gran cadena y destruyeron a sus siervos, y con ellos a casi todos los orcos.

En las edades siguientes los orcos no se mostraron abiertamente y permanecieron en las regiones tenebrosas de la Tierra Media. En la Cuarta Edad de las Estrellas, reaparecieron vestidos con armaduras de acero y puntiagudos yelmos de hierro. Llevaban puñales envenenados, flechas y espadas de hoja ancha. Esta raza de forajidos intentó atacar en diversas ocasiones a los elfos, pero fueron masacrados y ahuyentados.

En la Primera Edad del Sol, el poder de Melkor creció. Con su magia negra crió más orcos, dragones y trolls. Con este nuevo ejército luchó en la Batalla de la Llama Súbita y los elfos fueron derrotados. Siguieron otras guerras y la victoria de Melkor fue total.

Pero el terror terminó. Los Valar, los Maiar, los vanyar y los noldor de Tirion llegaron de las Tierras Imperecederas, se libró la Gran Batalla y Melkor fue arrojado al Vacío para siempre. Aun así, algunos orcos sobrevivieron escondidos bajo oscuras montañas y colinas. Allí se reprodujeron y acudieron a Sauron, quien pasó a ser su nuevo amo. Los orcos le sirvieron fielmente en todas las batallas hasta la Guerra de la Última Alianza, donde de nuevo casi toda la raza orca fue exterminada.

Pero en la Tercera Edad del Sol, Sauron reapareció en la forma de un gran ojo maligno y los orcos que habían permanecido ocultos en lugares malignos y tenebrosos le volvieron a servir. El poderío de los orcos fue en aumento. Además, Sauron creó una nueva raza de orcos mayores: los uruk-hai. Tenían la estatura de un hombre, los miembros rectos y eran fuertes. Aunque seguían siendo orcos (piel negra, sangre negra, ojos de lince, boca con colmillos y garras en las manos), los uruk-hai no temían la luz del sol.

En la Guerra del Anillo, las legiones orcas lucharon por doquier. Pero todo se iba a decidir en una última batalla ante la Puerta Negra...

sábado, 14 de mayo de 2011

El Balrog

Los Balrogs son criaturas ficticias con apariencia de demonio dentro del legendarium de Arda de J.R.R. Tolkien. Un Balrog era un ser grande y amenazador, llamado también Flama de Udùn , con forma de hombre, que tenía control sobre el fuego y las sombras, y un látigo ígneo de varias puntas. Inducían gran terror en aliados y enemigos por igual, y podían envolverse en la oscuridad y las sombras. La Comunidad del Anillo encontró un Balrog en las minas de Moria, en El Señor de los Anillos.


Los Balrog fueron originalmente Maiar, de la misma raza que Sauron y Gandalf, pero fueron seducidos por Morgoth , que los corrompió bajo su servicio en los días de esplendor después de la creación de Arda. Durante la Primera Edad del Sol, fueron una de las fuerzas más temidas de Morgoth. Cuando su fortaleza principal de Utumno fue destruida por los Valar, huyeron y se escondieron en las minas de Angband.
Siendo Maiar, los Balrog podían cambiar su forma a voluntad, y además andar por el mundo invisibles y sin forma. Sin embargo, Melkor, Sauron y sus variados sirvientes Ainur perdieron la habilidad de cambiar de forma, manteniendo una de manera permanente. Melkor tomó la forma de "tirano de Utumno", gigante y terrible, pero incapaz de curar sus manos y su frente, que habían sido quemadas por los Silmarils; ni tampoco las heridas de su cara y pies, obtenidas en su duelo con Fingolfin. Sauron nunca más fue capaz de adoptar una forma agradable tras la caída de Númenor, e incluso cuando Isildur cortó el dedo que portaba el Anillo Único no volvió a recuperarlo.
Aunque Tolkien no lo especifica, parece que del mismo modo los Balrogs permanecían atados a sus formas demoníacas. Tolkien los describe como "espíritus" de fuego, y "grandes sombras", lo cual lleva a pensar que los Balrogs tenían algo de etéreos.
Los Balrogs son las criaturas más poderosas al servicio de Morgoth, con la sola excepción de Sauron, pues se trata de espíritus Maiar, más poderosos y terribles que los dragones, los cuales temen a los Balrogs. Si bien Sauron es el más poderoso de los sirvientes de Morgoth y Gothmog, el Señor de los Balrogs, es el segundo, es este último el Alto Capitán de Angband, cargo que lo identifica como el campeón de Morgoth y el guerrero más poderoso de Angband después de su amo. Mientras que la imagen de Gothmog es la de un capitán y un guerrero, la de Sauron es más la de un lugarteniente y un hechicero, más poderoso que un Balrog, aunque no como guerrero.
El primer encuentro de los Balrogs con los Elfos fue durante la Dagor-nuin-Giliath en la Primera Edad. Tras la gran victoria de los Noldor sobre los orcos de Morgoth, Fëanor presionó hacia Angband, pero los Balrogs salieron contra él, y fue mortalmente herido por Gothmog, Señor de los Balrogs, el único de ellos conocido por su nombre. Aunque sus hijos llegaron poco después y rechazaron a los demonios, Fëanor murió por sus heridas, y su espíritu se marchó hacia los Salones de Mandos.
Más tarde, en la caída de Gondolin, dos Balrogs cayeron bajo las armas de los Elfos . Ecthelion de la Fuente luchó contra Gothmog en la plaza del rey, donde ambos perecieron. Glorfindel luchó contra otro que lo emboscó en su huida de la caída Gondolin; ambos cayeron de una ladera hacia sus respectivas muertes
Casi todos los Balrogs fueron destruidos al final de la Primera Edad. Sin embargo, luego fue descubierto que uno había escapado y se había refugiado bajo las estancias de Moria. Se lo conoció como el Daño de Durin tras matar al rey Durin VI y a su hijo Náin I, poco después de haber despertado. La historia anterior de este Balrog no se aclara en ninguna de los textos de Tolkien.
Finalmente, la Comunidad del Anillo también se aventuró a través de las minas de Moria y tropezó con el Daño de Durin. Mientras que la Comunidad huía de las cuevas, Gandalf batalló con el Balrog, y ambos cayeron en un abismo. Luego fue revelado que ambos sobrevivieron a la caída y continuaron luchando hasta que finalmente Gandalf lo mató antes de morir de sus propias heridas, en lo que se llamó la Batalla de la Cima.
El Balrog visto en la Tercera Edad usaba una espada y un látigo flameante de tres colas durante su batalla con Gandalf; y Gothmog el señor de los balrog en la Primera Edad portaba una hacha negra y un látigo de fuego.

viernes, 13 de mayo de 2011

El Retorno del Rey

Las fuerzas de Saruman han sido destruidas, y su fortaleza sitiada. Ha llegado el momento de que se decida el destino de la Tierra Media, y por primera vez en mucho tiempo, parece que hay una pequeña esperanza. La atención del señor oscuro Sauron se centra ahora en Gondor, el último reducto de los hombres, y del cual Aragorn tendrá que reclamar el trono para ocupar su puesto de Rey. Pero las fuerzas de Sauron ya se preparan para lanzar el último y definitivo ataque contra el reino de Gondor, la batalla que decidirá el destino de todos. Mientras tanto, Frodo y Sam continuan su camino hacia Mordor, a la espera de que Sauron no repare en que dos pequeños Hobbits se acercan cada día más al final de su camino, el Monte del Destino.

Las Dos Torres

La Compañía del Anillo se ha disuelto. El portador del anillo Frodo y su fiel amigo Sam se dirigen hacia Mordor para destruir el Anillo Único y acabar con el poder de Sauron. Mientras, y tras la dura batalla contra los orcos donde cayó Boromir, el hombre Aragorn, el elfo Legolas y el enano Gimli intentan rescatar a los medianos Merry y Pipin, secuestrados por los ogros de Mordor. Por su parte, Saurón y el traidor Sarumán continúan con sus planes en Mordor, en espera de la guerra contra las razas libres de la Tierra Media.

La Comunidad del Anillo

En la Tierra Media, el Señor Oscuro Saurón creó los Grandes Anillos de Poder, forjados por los herreros Elfos. Tres para los reyes Elfos, siete para los Señores Enanos, y nueve para los Hombres Mortales. Secretamente, Saurón también forjó un anillo maestro, el Anillo Único, que contiene en sí el poder para esclavizar a toda la Tierra Media. Con la ayuda de un grupo de amigos y de valientes aliados, Frodo emprende un peligroso viaje con la misión de destruir el Anillo Único. Pero el Señor Oscuro Sauron, quien creara el Anillo, envía a sus servidores para perseguir al grupo. Si Sauron lograra recuperar el Anillo, sería el final de la Tierra Media.